The Axolotl Paradigm (Poem)
Las condiciones no son aptas para la supervivencia
Los elogios y castigos solo confunden al hipotálamo Condicionándose a esperar lo inesperado, lo indebido Infecta con su dicotomía existencial a los hombres No existe lo divino o lo maligno, el dolor y el placer Son lo mismo para las almas perdidas Esas que nunca aprendimos blanco de negro
El espectro de frecuencias visibles mutila sus sistemas de percepción Oye lo que dices, pero no escucha ni pretende intentar Los observadores reportan su disfunción, inherente característica de su existencia Sistemas motrices perfectos, de reflejos bastardos Con paradigmas hermenéuticos a los que se adhiere dogmáticamente Solo la creadora puede describir los procesos cuasi cibernéticos en funcionamiento dentro de él
Un oxímoron taxonómico, de visceral dificultad para acomunar con sus semejantes Sus complejos sentires, perdiéndose en un sangriento océano Tormentoso por naturaleza, dañando todo análisis alguna vez registrado Fauces pirománticas, ojos nocturnos, lengua de cuchillo De tacto suave y gentil, cuyo pelaje se tiñe del óxido hemático que derrama
El peligro no se atreve a vociferar ni una sola sílaba No desde el colapso respiratorio de la existencia eterna No desde que la creadora lo condenó a la soledad Cadena a la que se aferró, incluso después de cumplir cadena Solloza la antigua melodía de aquello que decayó milenios antes de su propia vida Solloza, pues no conoce nada más allá de sus terrores internos.
Busca eternamente la aprobación de un mundo que desconoce su existencia Sus expectativas, rebosadas de angustias y graciosamente empacadas Para el consumo de todas las masas, solo un vil objeto de placer Las maquinaciones, más técnicas que aptitudinales, de un sistema descoordinado
Nadie puede saber lo que pasará. Nadie lo puede prever, menos prevenir Es inexistente hasta que lo sueñas, hasta que se hace presente en tu vida Inolvidable tiene una connotación demasiado positiva, quizá hasta buena Traumatizante es demasiado extremo, quizá hasta sangriento
No hay verdaderas palabras para que expliquen su ser, pero de forzarme a elegir, empezaría así: Mi nombre no importa, porque tú no me conoces, pero yo a ti si